Cada 7 de diciembre, a eso de las 18 horas, Guatemala se ilumina por los fogones de la celebración en la cual cientos de familias aprovechan a quemar piñatas de diablo, cosas viejas, y en algunos casos basura.
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Quienes practican esta celebración tienen la creencia de que con el fuego se eliminan las desventuras sufridas durante el año transcurrido. Sin embargo, los guatemaltecos han modificado la tradición y han elaborado piñatas de “diablitos” y han caracterizado a algunos funcionarios públicos guatemaltecos.
Entre ellas, en redes sociales circulan fotografías de piñatas de la Fiscal General del Ministerio Público (MP) Consuelo Porras, a modo de quemar lo que refieren como una “desventura”.
Esta práctica se remonta en el siglo XVI, cómo preámbulo de las festividades del nacimiento de Cristo representando el triunfo del bien sobre el mal. En la actualidad, el negocio de las piñatas de diablitos se ha vuelto más rentable y ecológicamente amigable. Los comerciantes de estas estructuras de papel y alambre tienen disposición de diferentes tamaños y estilos, agregando ese toque original.