El funeral del expresidente Jimmy Carter fue punto de encuentro de políticos de distintos bandos en Estados Unidos, entre ellos, el actual presidente electo Donald Trump y el exmandatario Barack Obama, quienes a pesar de ser de partidos históricamente adversarios, se sentaron uno al lado del otro, conversaron y hasta sonrieron entre sí. El momento captó la atención del público en general.
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Pero ¿Qué se dijeron Trump y Obama? El lector de labios, Jeremy Freeman, dio a conocer a The Mirror la interpretación de lo que se dijeron entre ellos. Según el experto, hablaban sobre un compromiso, aunque no está claro si sería político o personal.
En un video se ve a Donald Trump inclinándose para hablar a Obama al oído. “Me he retirado de eso. Son las condiciones ¿Puedes imaginarlo?”, dijo el republicano, según precisa el experto en lectura de labios. El demócrata siente con la cabeza, expresando su acuerdo.
Trump y Obama, amistosos y relajados
Judi James, experto en lenguaje corporal, dijo que la comunicación no verbal de ambos demostró que estaban relajados y como participando en un “chisme”. Indicó que es evidente que los hombres comparten valores aunque no estén de acuerdo políticamente.
“El ‘hola’ bastante rizado que pasó entre Obama y Trump cuando Obama llegó, sugirió que el lenguaje corporal entre los dos hombres podría ser tan helado como el de las personas en la fila frente a ellos, pero luego Obama desabrochó su chaqueta y tomó su asiento, y de repente, vimos rituales de lo que parecía algo amistoso y relajada, mientras los dos presidentes conversaban. La cara de Trump formó el tipo de sonrisa cuando esperas una risa empática o diversión, y sus largas y animadas conversaciones produjeron algunas sonrisas y risas”, expuso James.
Agregó que “en un momento dado, Obama levantó el costado de su orden de servicio para dar la impresión de que incluso podrían haber estado cotilleando y necesitando una pantalla truncada. La impresión era de una relación cordial con algunos valores compartidos, aunque tal vez no políticos”.
Con quien no vieron hablando a Trump, fue con Kamala Harris, quien estaba sentada delante de él y de Obama.