Un brutal ataque en la República Democrática del Congo dejó al menos 70 cristianos decapitados en una iglesia protestante, en medio del recrudecimiento de la violencia en la región. El hecho, ocurrido el 13 de febrero en la aldea de Mayba, cerca de Lubero, en la provincia de Kivu del Norte, fue atribuido a presuntos miembros de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo extremista vinculado al Estado Islámico (EI).
Según informó la organización Open Doors, los atacantes llegaron en la madrugada, ordenaron a los residentes salir de sus casas y secuestraron a 20 cristianos. Preocupados, los vecinos intentaron organizar un rescate, pero los militantes regresaron y capturaron a otros 50 creyentes. Las víctimas fueron llevadas a una iglesia en el pueblo de Kasanga, donde fueron atadas y decapitadas con machetes.
Los familiares de las víctimas no pudieron enterrar a sus seres queridos de inmediato debido a las amenazas de seguridad. “No sabemos qué hacer ni cómo rezar, estamos hartos de masacres”, expresó un cristiano local. Pastores de la región denunciaron que los ataques, que han diezmado las iglesias, tienen como objetivo específico a los cristianos. “Ya no hablamos de violencia simple. Estamos perdiendo a cristianos inocentes una y otra vez”, dijo un sacerdote.
Aunque el 95% de la población del Congo se considera cristiana, los islamistas del ADF buscan establecer un califato islámico en la región, aprovechando un contexto de impunidad. Mientras tanto, las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur enfrentan una escalada de violencia debido a la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que ha capturado ciudades clave como Goma y Bukavu. El Gobierno congoleño acusa a Ruanda de apoyar al M23, algo que este país niega. La situación sigue siendo crítica en una región azotada por el conflicto y la persecución religiosa.