Emilly Azevedo Sena, una joven brasileña de 16 años, fue brutalmente asesinada por una pareja que planeó con frialdad robar a su bebé. La adolescente, quien estaba a punto de dar a luz, acudió a la casa de Nataly Helen Martins Pereira en Cuiabá, después de que esta le ofreciera ropa para su bebé a través de internet. Sin embargo, al cruzar la puerta, fue recibida por Nataly y su esposo, Christian Albino Cebalho de Arruda, quienes la torturaron, estrangularon y le abrieron el vientre para extraer a la bebé mientras aún agonizaba.
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El cuerpo de Emilly fue enterrado en una fosa poco profunda en el patio de la casa. Menos de 24 horas después, la pareja intentó registrar a la recién nacida en un hospital, alegando que había nacido en casa. Sin embargo, el personal médico sospechó de su comportamiento y alertó a la Policía.

Durante el interrogatorio, Nataly confesó haber planeado el crimen con anticipación, incluso cavando la fosa días antes. El informe forense reveló que Emilly murió por pérdida de sangre y que los cortes en su abdomen fueron realizados con “precisión”, sugiriendo que el autor tenía conocimientos médicos.
La bebé, llamada Liara, fue dada de alta del hospital y ahora está bajo el cuidado de su abuela materna y su padre. Este caso ha conmocionado a Brasil y ha puesto en evidencia la crueldad del crimen, mientras la justicia busca respuestas y castigo para los responsables.