En un movimiento que ha captado la atención de historiadores y ciudadanos por igual, el presidente Donald Trump ha ordenado la desclasificación de miles de documentos relacionados con el asesinato de John F. Kennedy en 1963. Estos archivos, mantenidos en secreto durante décadas, podrían contener información crucial sobre el papel de las agencias de inteligencia y las circunstancias que rodearon el magnicidio.
Se incluyen documentos del FBI, la CIA y otras entidades gubernamentales que han estado bajo reserva por motivos de seguridad nacional. Aunque una parte de estos archivos ya fue revelada en 2017, esta nueva liberación promete ofrecer detalles inéditos que podrían cambiar la percepción pública sobre uno de los eventos más traumáticos de la historia de Estados Unidos.
El crimen
El asesinato de Kennedy, ocurrido en Dallas, Texas, fue oficialmente atribuido a Lee Harvey Oswald. Sin embargo, la falta de transparencia en la investigación y las inconsistencias en las evidencias han alimentado numerosas teorías conspirativas. Algunas de estas sugieren la participación de la mafia, el gobierno cubano o incluso sectores dentro del propio gobierno estadounidense.
Mientras algunos aplauden la transparencia y el acceso a la información histórica, otros temen que la liberación de estos documentos sea utilizada con fines políticos.