Pasajeros del vuelo AR1879 de Aerolíneas Argentinas, que cubría la ruta Ushuaia-Buenos Aires, vivieron momentos de angustia este domingo cuando el avión enfrentó turbulencias extremas durante el aterrizaje en medio de una tormenta, lo que obligó al piloto a desviarse hacia Montevideo, Uruguay.
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Leandro Vesco, periodista a bordo, describió que las turbulencias comenzaron 20 minutos antes del aterrizaje: “Estuvimos a nada de estrellarnos. El piloto pegó un volantazo salvador”.
Verónica, otra pasajera, detalló: “Había alerta naranja en Buenos Aires, pero las turbulencias y la poca visibilidad fueron brutales. Algunos tuvieron ataques de pánico”.
En videos compartidos en redes sociales se escuchan gritos de terror, mientras el avión se sacudía violentamente.
La compañía explicó que la maniobra de desvío fue un protocolo de seguridad estándar:
“El comandante decidió abortar el aterrizaje en Aeroparque por las condiciones meteorológicas adversas. Es una práctica recurrente y entrenada para garantizar la seguridad”.
El avión, que llegaba a las 20:50 (hora local), finalmente aterrizó sin contratiempos en Carrasco, Montevideo, donde los pasajeros fueron asistidos.
El incidente se debió a una tormenta con fuertes vientos en Buenos Aires, un fenómeno común pero peligroso para la aviación. Expertos señalan que los desvíos por clima son frecuentes y necesarios, aunque generan estrés en los pasajeros.