Cinco miembros de Greenpeace fueron arrestados este jueves tras verter 300 litros de colorante rojo en el estanque frente a la embajada estadounidense en Londres, en una llamativa protesta contra el suministro de armas de EE.UU. a Israel durante la guerra en Gaza.
Los activistas, liderados por Will McCallum, director de Greenpeace Reino Unido, llegaron disfrazados de repartidores con contenedores marcados con la consigna “Dejen de armar a Israel”. En imágenes difundidas por la ONG, se observa el momento en que el tinte —que según la organización es biodegradable— transforma el agua en un rojo intenso, simbolizando “la muerte y devastación en Gaza”.
Las autoridades detuvieron a los cinco implicados por “conspiración para causar daños criminales”, delito que conlleva hasta 10 años de prisión. Greenpeace defendió la protesta como una acción “cuidadosamente planificada” y denunció que las detenciones reflejan “el ataque al derecho a protestar en el Reino Unido”.
Areeba Hamid, codirectora ejecutiva de la organización, justificó el acto: “Las armas estadounidenses alimentan una guerra donde se bombardean escuelas, hospitales y barrios enteros”. La protesta se suma a una ola global de manifestaciones contra el conflicto, que ha dejado más de 37,000 palestinos muertos, según autoridades de Gaza.