Las autoridades chinas han emitido una advertencia sin precedentes ante los intensos vientos que azotan las regiones norteñas del país, recomendando a los residentes con un peso de hasta 50 kilos no salir a la calle durante los próximos días, ya que podrían ser arrastrados por las fuertes ráfagas. Esta medida preventiva estará vigente hasta el 13 de abril.
El fenómeno ha llevado a declarar el estado de alerta máxima por huracán en varias zonas, y en Pekín se ha emitido por primera vez en una década una advertencia de tormenta de nivel naranja. Los vientos han causado estragos, arrancando letreros de tiendas, planchas de hierro de viviendas y volcando motocicletas en las calles de la capital.
Como parte de las medidas de seguridad, sitios turísticos emblemáticos como la Ciudad Prohibida han sido cerrados temporalmente, y varios trenes y vuelos han sido cancelados. Las autoridades instan a la población a extremar precauciones y mantenerse informada a través de los canales oficiales.