Un clima de indignación y violencia se apoderó este martes del Palacio de Justicia de San Cristóbal, donde decenas de familiares y vecinos de Ángel José Mercedes Mora —el menor de 9 años raptado, abusado y asesinado— intentaron linchar al acusado, Jesús Alberto Camacho Decena, a gritos de “¡asesino!”. La intervención de un fuerte operativo policial evitó que la turba enardecida consumara su venganza.
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Los hechos ocurrieron cuando Camacho Decena salía de la audiencia donde se le impuso 3 meses de prisión preventiva en Najayo mientras continúa la investigación. La multitud, desbordada por el dolor, trató de romper el cordón de seguridad en dos ocasiones: al salir de la sala y al abandonar el tribunal. Agentes de la Policía Nacional contuvieron a los presentes, protegiendo al imputado de una agresión física.
El caso de Ángel José ha sacudido al país, reavivando el debate sobre la seguridad de los menores y la eficacia del sistema judicial frente a delitos tan aberrantes. Mientras las autoridades avanzan en la investigación, la comunidad exige justicia expedita, y este intento de linchamiento refleja la desesperación de una sociedad hastiada de la violencia contra la infancia.