Cuando hablamos de la guerra de las consolas en los años 90, Sega Génesis (o Mega Drive en algunos países) siempre es recordada como la gran competidora de Super Nintendo. Sin embargo, a pesar de su éxito inicial y su increíble catálogo de juegos, nunca logró consolidarse como la gran ganadora de su generación.
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Desde su lanzamiento en 1988 en Japón y 1989 en Norteamérica, Sega Génesis impactó con su potente hardware de 16 bits y su enfoque en un público más “maduro”. Juegos como Sonic the Hedgehog, Streets of Rage y Mortal Kombat con sangre sin censura le dieron una ventaja inicial sobre Nintendo. Sin embargo, los problemas comenzaron cuando SNES llegó al mercado con mejores gráficos, sonido y franquicias icónicas como The Legend of Zelda y Super Mario Kart.

Uno de los mayores errores de Sega fue la confusión con sus periféricos. Intentaron extender la vida de la consola con el Sega CD y el 32X, pero estos accesorios eran costosos, tenían pocos juegos y fragmentaron su base de usuarios. Mientras tanto, Nintendo se mantuvo firme con un solo sistema y un catálogo de juegos bien estructurado.

Finalmente, cuando llegó la era de los 32 y 64 bits con PlayStation y Nintendo 64, Sega intentó mantenerse en la pelea con el Saturn, pero su lanzamiento apresurado y falta de apoyo de desarrolladores la condenaron. La Sega Génesis quedó como un gran recuerdo de los 90, pero nunca logró derrocar a Nintendo ni mantenerse como una marca dominante en el mundo de los videojuegos.