El ruido excesivo, el uso inadecuado de audífonos y hasta la limpieza incorrecta pueden afectar la audición con el tiempo.
Para mantener una buena salud auditiva, es clave evitar ruidos fuertes por períodos prolongados. Si usas audífonos, mantén el volumen bajo y opta por modelos que aíslen el sonido sin necesidad de subir demasiado el nivel. Además, los tapones para los oídos pueden ser una gran ayuda en ambientes muy ruidosos.
Otro error común es la limpieza con hisopos de algodón. En lugar de eso, es mejor usar soluciones especiales recomendadas por especialistas o simplemente limpiar la parte externa del oído con un paño húmedo. La cera cumple una función protectora, así que eliminarla en exceso puede ser contraproducente.
También es importante hacerse chequeos auditivos regularmente, especialmente si notas zumbidos, pérdida de audición o molestias. La prevención es clave para evitar problemas a largo plazo y disfrutar de una audición saludable por muchos años.