Los riñones cumplen una función vital en el cuerpo: filtran la sangre, eliminan toxinas y regulan el equilibrio de líquidos. Sin embargo, muchas veces los descuidamos sin darnos cuenta. Aquí te dejamos cuatro consejos clave para mantenerlos sanos y funcionando al 100%.
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1. Bebe suficiente agua
El agua es esencial para ayudar a los riñones a eliminar desechos y toxinas. La deshidratación puede afectar su funcionamiento y aumentar el riesgo de cálculos renales. Lo ideal es consumir al menos 2 litros de agua al día, aunque esto puede variar según tu actividad física y clima.

2. Reduce el consumo de sal y procesados
El exceso de sodio puede elevar la presión arterial y forzar a los riñones a trabajar más de la cuenta. Evita los alimentos ultraprocesados, embutidos y comidas rápidas, ya que suelen contener grandes cantidades de sal oculta. Opta por especias naturales y revisa las etiquetas de los productos.

3. Controla el azúcar y tu peso
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La diabetes es una de las principales causas de enfermedad renal. Mantener niveles saludables de azúcar en la sangre y un peso adecuado reduce el riesgo de daño renal. Una alimentación equilibrada y ejercicio regular pueden marcar la diferencia.

4. No abuses de medicamentos sin receta
El uso excesivo de analgésicos como el ibuprofeno o el naproxeno puede dañar los riñones a largo plazo. Si necesitas tomarlos con frecuencia, consulta a un médico para buscar alternativas más seguras.

Cuidar de tus riñones es más fácil de lo que parece. Pequeños cambios en tu estilo de vida pueden hacer una gran diferencia y ayudarte a mantener estos órganos en perfecto estado.