El incendio ocurrido la noche de ayer en Amatitlán ha generado una densa nube de humo que podría estar afectando la salud de miles de personas sin que lo noten de inmediato. La contaminación del aire derivada de estos eventos puede provocar problemas respiratorios, irritación ocular y complicaciones en personas con enfermedades preexistentes.
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El humo contiene partículas tóxicas que pueden ingresar a los pulmones y al torrente sanguíneo, afectando el bienestar general. Aunque los efectos no siempre son inmediatos, la exposición prolongada puede generar tos persistente, dificultad para respirar y fatiga. Es fundamental que la población tome medidas preventivas para evitar problemas de salud a largo plazo.

Para protegerse, se recomienda evitar salir al aire libre si no es necesario, cerrar ventanas y puertas para evitar que el humo ingrese a los hogares y mantenerse bien hidratado. También es clave el uso de mascarillas adecuadas si se debe salir y prestar atención a cualquier síntoma respiratorio inusual.

El bienestar de tu familia también depende de estar bien informado. Sigue las actualizaciones sobre la calidad del aire y no dudes en buscar ayuda médica si experimentas síntomas graves. La prevención es la mejor defensa contra los efectos invisibles de la contaminación del aire.