Las náuseas y mareos pueden arruinar por completo tu día, especialmente si aparecen sin previo aviso. Ya sea por estrés, cambios hormonales, problemas digestivos o simplemente por moverse demasiado rápido, estos malestares son más comunes de lo que parece. Por suerte, existen formas sencillas y naturales de aliviarlos sin tener que correr al médico.
Uno de los consejos más efectivos es mantenerte bien hidratado. Tomar sorbos pequeños de agua fría o infusiones de jengibre puede calmar el estómago y mejorar la circulación. Evita las comidas pesadas y opta por alimentos blandos como galletas saladas, plátano o arroz. También es útil dividir tus comidas en porciones pequeñas a lo largo del día para evitar vacíos gástricos que disparen las náuseas.
Si los mareos se presentan, siéntate o recuéstate de inmediato con la cabeza elevada. Respira profundo, cierra los ojos y espera unos minutos. A veces, el vértigo se asocia con fatiga, así que dormir bien y evitar pantallas por largos periodos también ayuda mucho. En caso de estar en movimiento, como en un auto o bus, intenta mirar un punto fijo o usar bandas de acupresión en las muñecas.
Aunque estos síntomas suelen ser inofensivos, si persisten o se vuelven intensos, lo mejor es consultar a un especialista para descartar causas más serias. Escucha a tu cuerpo y dale el cuidado que necesita.