Semana Santa es sinónimo de descanso, viajes, procesiones y muchas actividades al aire libre. Pero entre tanto sol, comida y celebraciones, es fácil descuidar la salud. Por eso, aquí van tres consejos básicos que pueden marcar la diferencia durante estos días.
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Primero: el bloqueador solar es tu mejor amigo. Aunque el clima esté nublado o sientas que “no te vas a quemar”, los rayos UV siguen presentes. Aplícalo cada dos horas, especialmente si estás en la playa, en un paseo o viendo procesiones.
Segundo: hidrátate. Entre el calor, las caminatas y las actividades, tu cuerpo pierde más agua de lo que crees. Llevar una botella contigo y tomar agua constantemente puede prevenir dolores de cabeza, fatiga y hasta golpes de calor.
Tercero: cuidado con el alcohol. Es normal que en vacaciones se brinden más de lo usual, pero el exceso puede afectar tu presión, tu hidratación y tu estado de ánimo. Disfrutar con medida es la clave para no arruinar los días de descanso.
