¿Cómo saber cuando el pollo está dañado?

El pollo en mal estado puede ser perjudicial para la salud y por eso hay que saber identificar cuando no es apto para el consumo

El pollo es uno de los alimentos más ricos en proteínas. Por tratarse de carne blanca es una de las más fáciles de digerir, así que es muy recomendado en distintos tipos de dietas. Lo mejor es que puede cocinarse de múltiples formas. Sin embargo, requiere de una buena refrigeración y cuidado para que sea apta al consumo humano, ya que el pollo dañado puede transmitir bacterias perjudiciales para la salud, pero ¿Cómo identificar cuando el pollo está en mal estado? En las siguientes líneas lo explicaremos.

El pollo dañado puede estar contaminado con bacterias como Salmonella, Campylobacter, Clostridium perfringens o E. coli, las cuales pueden causar vómitos, diarreas, dolor estomacal, entre otros síntomas.

Lo bueno es que el pollo en mal estado tiene características que permiten identificarlo para descartarlo.

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Pollo dañado y sus señales

Mejor con Salud presentó cuáles son las siete señales que permiten identificar el pollo dañado y son las siguientes:

1. El olor: un olor desagradable es la primera señal para saber cuando el pollo no es apto para consumo. Si tiene hedor amargo o agrio, si huele a amoniaco o sulfuro, entonces descártalo.

2. Fecha de caducidad: al comprar pollo, hay que fijarse en la fecha de caducidad. Hay casos cuando se vence después de comprarlo, aunque de ser así, si no tiene señales de deterioro, se puede consumir, ya que las bajas temperaturas lo conservan.

3. Textura: si la textura es elástica, pegajosa, resbaladiza o con áreas blandas, es muy probable que esté dañado o que esté empezando a descomponerse.

4. Color: un pollo apto tiene un color rosado y es carnoso. Si se torna opaco, gris o con manchas amarillentas, es muy probable que esté dañado.

5. Estado del envase: al momento de comprar el pollo, hay que detallar si el envase, bandeja o plástico que lo envuelve, está roto. De ser así, hay que hacerlo a un lado, porque esto significa que ha estado expuesto a contaminantes externos.

6. Capa de hielo: una capa gruesa de hielo sobre el pollo puede alertarnos de que este estuvo expuesto a cambios bruscos de temperatura, lo que pudo haber afectado su calidad.

7. Sensación al cocinar: a veces las señales de alerta son evidentes cuando el pollo se está cortando o cocinando. Si notas un olor o textura extraños, entonces podría estar dañado.

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