“Está realmente buena”, dijo el empresario chino-estadounidense, Justin Sun, que gastó 6.2 millones de dólares por una obra de arte que consiste en una banana pegada a la pared con cinta adhesiva, y terminó por pelarla y comérsela frente al público.
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Eso sucedió en un lujoso hotel de Hong Kong, donde el fundador de la plataforma de criptomonedas Tron pareciera que hizo la puja en la subasta, la compra para ganar reconocimiento. Esto debido a que simplemente se comió una banana.
Ahora los influencer o creadores de contenido se preguntan:
¿Valió la pena tanta inversión en publicidad?
Acá el momento: