Tras 15 meses de enfrentamientos entre Israel y Hamás, la Franja de Gaza presenta un panorama desolador, con amplias zonas completamente devastadas. El reciente acuerdo de tregua ha permitido que miles de palestinos comiencen a regresar a la ciudad de Rafa, pero lo que encuentran al llegar es una escena de absoluta destrucción: casi todos los edificios han sido reducidos a escombros tras los intensos bombardeos.
PUBLICIDAD
Imágenes captadas por drones ofrecen una perspectiva impactante de la magnitud de la devastación. Rafa, una ciudad que alguna vez fue hogar de miles de familias, ahora parece un lugar inhabitable. Barrios enteros han sido arrasados, y las infraestructuras esenciales, como hospitales, escuelas y sistemas de agua y electricidad, están en ruinas.
Los residentes, muchos de los cuales huyeron con apenas lo que llevaban puesto, enfrentan el arduo desafío de reconstruir sus vidas. Sin hogares, recursos básicos ni una economía funcional, la tarea de recuperación parece monumental.
La devastación en Rafa no solo es física, sino también emocional. La pérdida de hogares y seres queridos ha dejado profundas cicatrices en la comunidad. Sin embargo, la resiliencia de los palestinos comienza a surgir en medio de las dificultades, con pequeños esfuerzos para limpiar los escombros y reconstruir lo perdido.
Mientras tanto, organismos internacionales y organizaciones humanitarias llaman a una respuesta urgente para brindar asistencia y reconstruir las infraestructuras esenciales. Pero la pregunta que muchos se hacen es si esta tregua será duradera o si la región volverá a enfrentarse al ciclo de violencia que ha marcado su historia.