Dos hombres, de 18 y 24 años, fueron castigados con azotes públicos este jueves en la provincia de Aceh, Indonesia, por mantener una relación homosexual. Este castigo se llevó a cabo bajo la ley de la sharía, el sistema legal islámico que rige en Aceh, la única provincia de Indonesia donde las relaciones entre personas del mismo sexo están prohibidas, a pesar de que en el resto del país no se consideran un delito.
Los dos hombres, ambos estudiantes, recibieron 77 y 82 latigazos respectivamente, en un acto público presenciado por decenas de personas, incluidos familiares de los acusados. Según informes, la relación entre los dos fue descubierta en noviembre del año pasado, cuando vecinos irrumpieron en su habitación alquilada y los llevaron ante la Policía de la sharía para ser investigados.
Este caso ha generado fuertes críticas por parte de defensores de los derechos humanos, quienes denuncian una creciente discriminación contra la comunidad LGBTQ en Indonesia. Andreas Harsono, investigador de Human Rights Watch en Indonesia, calificó la situación como “un pozo sin fondo” de intimidación y abusos. Por su parte, Montse Ferrer, directora regional adjunta de Amnistía Internacional, describió el castigo como “un acto horrible de discriminación” y pidió al Gobierno indonesio que revoque las ordenanzas que permiten estas prácticas.
“Estos castigos de flagelación son crueles, inhumanos y degradantes, y pueden equivaler a tortura”, declaró Ferrer, instando a las autoridades a tomar medidas inmediatas para poner fin a estas prácticas. Además, se informó que otros dos hombres fueron azotados 34 y 8 veces, respectivamente, por jugar en línea, lo que refleja la estricta aplicación de la sharía en la provincia.
En lo que va de 2024, al menos 15 personas han sido condenadas a flagelación en Aceh por diversas violaciones de la ley islámica, sumándose a un total de 135 personas castigadas de esta manera durante el año. Este caso ha puesto en evidencia las tensiones entre las normas religiosas y los derechos humanos en Indonesia, especialmente en regiones como Aceh, donde la sharía se aplica de manera rigurosa.