Durante una visita de cuatro días a Sudáfrica, el príncipe William sorprendió a muchos al lucir una pulsera de cuentas de colores hecha a mano por su hija, la princesa Charlotte, de 9 años. La pulsera, que muestra la palabra “Papa”, fue notada durante su participación en el Earthshot Prize Climate Leaders Youth Programme en Ciudad del Cabo, donde el príncipe habló ante más de 120 jóvenes sobre temas ambientales.
La pulsera de cuentas, en tonos de azul y verde, parece ser un tributo especial a los hijos de William, el príncipe George, de 11 años, la princesa Charlotte y el príncipe Louis, de 6, quienes suelen llamarlo “Papa”. Este toque personal agregó un toque especial a su elegante atuendo, resaltando contra su traje negro y camisa gris.
El príncipe William tiene un dulce recuerdo de su hija
Más adelante, el 5 de noviembre, durante un panel en el segundo día de los premios Earthshot, William volvió a usar la pulsera, esta vez combinándola con un traje azul marino y una camisa blanca, mostrando el orgullo y cariño que siente por sus hijos.
La pulsera hecha por Charlotte parece recordar los estilos de “amistad” de cuentas que se hicieron populares en la Era Tour de Taylor Swift, una coincidencia que no pasó desapercibida para muchos, ya que se sabe que la joven princesa es gran fan de Swift. De hecho, para celebrar su cumpleaños 42 en junio, William llevó a sus dos hijos mayores a un concierto de Swift en Londres, donde aprovecharon para tomar algunas selfies (incluyendo una con Travis Kelce, otro invitado especial del evento).
Este detalle entrañable de la pulsera también recuerda el vínculo cercano entre William y Charlotte, y su influencia en su joven hija. La pulsera es solo uno de los muchos ejemplos de cómo la familia real se conecta a través de gestos sencillos pero significativos. Incluso se rumorea que el rey Carlos III tiene una pulsera de amistad similar, hecha por su nieta.Este pequeño gesto ha generado curiosidad y simpatía entre los seguidores de la realeza, y muchos se preguntan quién será el próximo “cliente” de la princesa Charlotte para una de sus creativas pulseras.