Ante un juzgado de Brasilia, Luiz Inacio Lula da Silva negó haber intentado obstruir las investigaciones del escándalo Petrobras, como denunció un exsenador del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Un puñado de simpatizantes aclamó al exmandatario de izquierda cuando ingresó en automóvil a la sede del tribunal.
Este proceso, uno de los cinco que enfrenta Da Silva, se abrió en julio pasado, después que el exsenador Delcidio do Amaral lo involucrara en un plan para comprar el silencio de un exdirectivo de Petrobras.
Pero Lula niega todos esos cargos y los atribuye a una campaña para bloquear su eventual candidatura a la presidencia en las elecciones de fines de 2018.
Su comparecencia ocurre en un momento de gran tensión en Brasilia, donde se espera que el fiscal general Rodrigo Janot presente esta semana ante el Supremo Tribunal Federal decenas de pedidos para abrir nuevas investigaciones contra políticos con fueros privilegiados, basándose en la confesión de 78 exejecutivos de la gigante Odebrecht.
El próximo 3 de mayo, Lula debe comparecer ante el juez Sergio Moro, gran impulsor de la operación "Lava Jato", que investiga la madeja de corrupción en Petrobras.