En un comunicado publicado el martes en uno de sus canales habituales en las redes sociales, el Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado perpetrado el lunes en Mánchester, afirmando que "uno de los soldados del califato colocó una bomba entre la muchedumbre" durante un concierto de la cantante Ariana Grande.
El grupo yihadista, además, amenazó con otros ataques.
Por su parte, la agencia de propaganda de EI que hay un "equipo" de combatientes tras el atentado.
En ese sentido, la policía practicó la primera detención en relación al caso: un hombre de 23 años, capturado en el sur de Mánchester.
Policía tras sospechoso
"La policía y las fuerzas de seguridad creen conocer la identidad del autor, pero en este punto de las investigaciones no pueden confirmar su nombre", informó la primera ministra británica, Theresa May.
May llegó a la ciudad a primera hora de la tarde para ver de primera mano los efectos de "uno de los peores actos terroristas de la historia de este país".
El atentado de Mánchester es el más grave en suelo británico desde julio de 2005, cuando una serie de atentados suicida dejó 52 muertos, entre ellos cuatro atacantes suicidas, y 700 heridos en el metro y un autobús de Londres.
Este ataque fue reivindicado por un grupo que decía pertenecer a Al Qaida.