Ian Hopkins, comandante de la policía de Mánchester, habló un día después del mortal atentado que dejó 22 muertos en la ciudad británica y reveló el nombre del sospechoso.
El diario Daily Telegraph añadió que Abedi, de padres libios, nació en Reino Unido.
El sospechoso hizo estallar su carga explosiva la noche del lunes en el vestíbulo del Manchester Arena, al término de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.
"La prioridad es establecer si actuó solo o como parte de un grupo", añadió, tras confirmar la detención de un hombre de 23 años y el registro de dos viviendas.
Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, afirmó que Abedi "deliberadamente apuntó contra niños y jóvenes que deberían haber estado disfrutando de una de las mejores noches de sus vidas".
Un miembro de la comunidad libia de Mánchester dijo al diario The Guardian que el padre de Abedi "debe estar desconsolado. Siempre fue muy beligerante con la ideología yihadista, y estos del Estado Islámico no son ni siquiera yihad, son delincuentes".
Reivindicado por el Estado Islámico
A través de uno de sus canales habituales en las redes sociales, el Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque indicando que "uno de los soldados del califato colocó bombas entre la muchedumbre" durante el concierto.
El grupo yihadista amenazó también con realizar otros ataques.
Las reacciones
Los testigos del atentado afirman que escucharon estruendos, vieron destellos y que después se formó una nube de humo, extendiéndose el pánico mientras el público intentaba salir del lugar. A la entrada del recinto se apostaban los padres que habían ido a recoger a sus hijos tras el concierto.
"Había cuerpos por todas partes" explicó al diario The Guardian Elema Semino, que esperaba a su hija de 17 años en la taquilla de venta, y que también resultó herida.
Por su parte, la cantante Ariana Grande declaró estar "destrozada" tras el atentado.
Varios mensajes de solidaridad fueron enviados de alcaldes de ciudades golpeadas por atentados, como el de Londres, Sadiq Khan, y en Francia de los alcaldes de París, Anne Hidalgo, y Niza, Christian Estrosi.
También presidente estadounidense Donald Trump expresó su dolor por "tanta gente joven, bella e inocente que vivía y disfrutaba de su vida, asesinada por perdedores maléficos".
El primer ministro canadiense Justin Trudeau habló de "horror"; el presidente francés, François Hollande, expresó también su "consternación", mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, manifestó su "tristeza".