La fiscal general y jefa del Ministerio Público (MP), Thelma Aldana, elegida esta semana para presidir en Viena una conferencia de Naciones Unidas contra la corrupción, asegura que la “vieja guardia política” de Guatemala debe dar un paso a un lado para permitir un cambio real en el país.
En una entrevista con la agencia de noticias EFE, Aldana destacó que "es un gran honor personal" y "reconocimiento" para su país presidir la última Conferencia de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que concluye mañana.
La Convención, ratificada por 183 países, es el único instrumento jurídicamente vinculante contra la corrupción a escala mundial.
Su gestión
Los cuatro años de mandato de Aldana al frente de la Fiscalía concluyen en mayo de 2018 y no tiene previsto postularse para un segundo mandato.
Investigaciones conjuntas MP-CIGIG
El Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), han investigado en los últimos años numerosos casos de corrupción en las esferas de poder y uno de ellos forzó la renuncia del entonces presidente Otto Pérez Molina y de su vicepresidenta, Roxana Baldetti.
Aldana destacó el fructífero trabajo con la CICIG y la total sintonía con ese órgano creado por Naciones Unidas, cuyo mandato, si no se prorroga, concluye en septiembre de 2019.
"Los guatemaltecos debemos estar agradecidos con Naciones Unidas al habernos ayudado y seguirnos ayudando con la permanencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, un mecanismo que funciona y los resultados se ven", subraya.
Aunque la CICIG ha funcionado en Guatemala, Aldana prefiere no manifestarse sobre si ese modelo sería exportable a otros países centroamericanos con problemas de corrupción.
"Por respeto a la soberanía de los países no lo puedo decir, pero lo que puedo decir con certeza es que en Guatemala ha funcionado bien. Si otro país tiene interés en conocer ese funcionamiento estamos abiertos a compartir nuestra experiencia", expone.
Fin de “la vieja política”
Preguntada sobre si se siente desengañada con la clase política tras sus investigaciones, Aldana responde con contundencia: "Creo que la vieja política de Guatemala debe desaparecer".
La fiscal considera que debería haber una regeneración política: "No sé si con los mismos partidos, lo veo difícil, tendría que haber una renovación y tiene que haberla, porque en la próxima elección todos los guatemaltecos los vamos a fiscalizar".
Aunque matiza que ese cambio es un proceso y que debe ir acompañado de un fortalecimiento de las instituciones y del Estado, se muestra optimista.
Sobre su relación con el actual presidente, Jimmy Morales, asegura que no tiene con él "ningún problema", "pero si lo debo investigar lo haré cuando se levante la inmunidad que tiene, si no se levanta no lo podré investigar".
Justicia con enfoque de género
Otro de los grandes caballos de batalla de Aldana es luchar contra la violencia machista en Guatemala, uno de los países del mundo con mayor índice de femicidios.
Lamenta que Guatemala tenga "una cultura patriarcal", aunque considera que se ha avanzado desde que se aprobó en 2008 una Ley de Femicidio.
En ese sentido, recordó que en 2016 se creó una Fiscalía especializada contra este delito, que fue elogiada por la ONU como un referente para la región.
Esa fiscalía especial tiene un enfoque de género y tiene presente que "la mujer guatemalteca ha sido subordinada, invisibilizada y menospreciada" históricamente en la sociedad.
"En posiciones de poder se deben hacer propuestas que ayuden a la sociedad a liberarse de males tan grandes como la violencia contra la mujer", concluye.
* Con información de la agencia de noticias EFE.