Cubiertos totalmente de ceniza volcánica, con los rostros llenos de tristeza y desconsuelo, un notorio cansancio físico, pero con una fuerza inquebrantable que solamente se podía sentir cuando se platicaba con ellos, así se encontraban varias personas que tienen una sola misión: encontrar los cuerpos de sus seres queridos para darles cristiana sepultura.
Resignados a que no hallarán a padres, hermanos, sobrinos, tíos o amigos con vida, las personas no tienen más remedio que aferrarse a alguna pala o algún objeto que ayude a remover escombros, tomar un poco de aire, y a seguir buscando.
La desolación en lo que algún momento fue un tramo de carretera en la aldea El Rodeo, en San Miguel Los Lotes, Escuintla, es evidente. El calor en los pies, producto de los lahares y otros materiales piroclásticos que llegaron hacia ese lugar y lo borraron del mapa, es insoportable por momentos.
Aún hay esperanza
Pero a pesar de todo lo descrito anteriormente, varias personas que tuvieron que ser evacuadas por las altas probabilidades de lluvia en el área de rescate, volverán mañana a primera hora, con el mismo ímpetu que hoy y posiblemente con la suerte de hallar a esa persona que días antes, o quizás horas, abrazaron y con quien conversaron.
Este fue el caso de Hugo Daniel López, quien comentó a Publinews que en ese lugar estaba su familia. "No encuentro a mi mamá ni a mi hermano. Ya no hay nada en lo que era mi casa, todo se perdió", dijo con lágrimas en los ojos.
Hugo indicó que cuando ocurrió el desastre se encontraba en La Antigua Guatemala.
Solo pude rescatar a mi esposa y a mis hijos; ellos ahora están con mi familia", indicó.
Su mamá se llama Alejandrina García, de 50 años; y su hermano Erick Justiniano López, de 26.
Casi toda la familia de mi mamá no está, no aparecen. Los estamos localizando, pero no tenemos noticias de nadie aún. Todos son de la familia García, pero ya el área quedó irreconocible. Ahí estaba mi casa, todo estaba ahí, todo se perdió, no hay nada", comentó notoriamente afectado Hugo Daniel.
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Ahora deberá regresar mañana y a pesar de que en el área afectada hay mucho calor, "no perdemos la esperanza de encontrar los cuerpos", asegura.
Herbert Hernández es otra de las personas que aún guarda la esperanza de hallar los cuerpos de sus familiares.
Aquí vivía toda mi familia, ellos desaparecieron", indica desconsolado.
Un aproximado de 33 miembros de su familia quedaron enterrados.
La intención de venir es de poder verlos y darles una sepultura, pero lastimosamente todo ha quedado desolado", asegura.
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Finalmente, una persona que no se identificó, aseguró que está en el lugar por la pérdida de la familia de un amigo. "Solo él quedó vivo. Los papás, hermanos y sobrinos quedaron soterrados; ya casi estábamos cerca pero nos regresaron porque dijeron que ya venía la lluvia. Pero está muy caliente donde estábamos ahí", aseguró.
Siento una enorme tristeza, se siente un dolor grande y sobre todo la de nuestro compañero. Es duro y difícil ver esta situación", dijo.