Los rescatistas continúan sus tareas en una de las zonas más afectadas de la erupción del volcán de Fuego, que ocurrió el pasado el domingo 3 de junio. Se trata de la aldea El Rodeo, en Escuintla, una humilde comunidad que quedó devastada.
Las viviendas, soterradas por el material volcánico, muestran la realidad que vivían estas familias, que se alojaban en las faldas de un coloso muy activo.
Estas imágenes demuestran la desolación y devastación que provocó esta tragedia, que conforme avanzan las horas se reduce la posibilidad de encontrar sobrevivientes.
Difícil búsqueda
"Vamos a seguir hasta que encontremos a la última víctima, aunque no sabemos cuántas víctimas hay, pero vamos a revisar el área las veces que sea necesario", dijo a la AFP el director de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), Sergio Cabañas.
Cabañas reiteró que las autoridades no han podido establecer una cifra de desaparecidos y que oficialmente solo tienen conocimiento de dos socorristas. Pero las esperanzas de encontrar sobrevivientes se desvanecen.
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"Si están atrapados en el flujo piroclástico es difícil encontrarlos con vida. Incluso van a haber personas que pudieron ser calcinadas y no se van a poder encontrar", dijo Cabañas.
"Continuaremos hasta que sea necesario y siempre guardando las medidas de seguridad", agregó, en alusión a que en las laderas del coloso quedaron acumuladas grandes cantidades de sedimento que en cualquier momento se pueden desprender y causar otra catástrofe.
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