Más de 300 hondureños llegaron a la Casa del Migrante, donde fueron recibidos por el director, el padre Mauro Verzeletti.
En ese lugar fueron atendidos con comida, y se les brindó algunas colchonetas. Sin embargo, se les pidió que las compartieran debido a que no alcanzarían para todos.
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Asimimo, el religioso indicó que después de suministrarles alimentos, se les brindaría atención médica pues hay una doctora de planta.
Hace llamado
Verzeletti también instó a los guatemaltecos de buen corazón a ayudar humanitariamente a los hermanos centroamericanos.
Finalmente, el padre indicó que no sabían si todos llegarían a la capital, sin embargo, estarían preparándose para recibir a las personas que sean necesarias "con amor y con cariño".
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