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La represión en Nicaragua es de “niveles descomunales”, consideran periodistas de ese país

La crisis que se inició hace ocho meses en Nicaragua, marcada por una serie de movilizaciones en las que los ciudadanos han exigido la salida del presidente Daniel Ortega, fue el tema analizado este martes en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.

Las protestas antigubernamentales contra una fallida reforma a la seguridad social iniciaron el 18 de agosto y derivaron en un movimiento para la salida del gobernante nicaragüense, con 11 años en el poder.

El hecho más reciente relacionado con lo que ocurre en el país centroamericano fue el allanamiento realizado por la Policía de Nicaragua en las sedes de un medio de comunicación y de organizaciones cívicas y de derechos humanos, de las que también ocuparon los locales.

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Gemma Serrano y Marlon Caldera, periodistas nicaragüenses que actualmente están exiliados en Guatemala, se refirieron en A Primera Hora a la situación en su país.

Caldera opinó que no ve agotamiento en la ciudadanía como para frenar las expresiones contra las acciones gubernamentales.

Es en este momento donde la gente está más enardecida luego de todo el abuso que ha sufrido el pueblo por parte de la dictadura Ortega-Murillo, expuso.

Mientras tanto, Serrano aseguró que “no hay miedo ya en Nicaragua” de parte de la ciudadanía, que ha tratado de hacer una lucha cívica, incluso con protestas desde casa, aunque ahora las mismas sean consideradas “terroristas”.

También en plantones en supermercados o marchas se ha expresado el repudio contra el gobierno; sin embargo, al salir a las calles se pone en riesgo las vidas, dijo.

“La represión se da con armas de grueso calibre, incluso con fusiles AK-47”, expuso sobre las acciones de las fuerzas públicas en Nicaragua.

Detalló que incluso se encontró una ametralladora PKM, de muy alto calibre, que se usa como arma de guerra en zonas abiertas, y que habría sido implementada por esas fuerzas.

De acuerdo con la comunicadora, estas personas portan uniformes y pasamontañas, y no pertenecen a una fuerza armada ni son ciudadanos, sino que siguen al gobierno orteguista.

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Acciones contra periodistas

Serrano señaló que la represión no solamente se ha dado en las calles con las personas que han salido a marchar para expresar su repudio a las actuaciones del gobierno, sino también contra comunicadores.

Ortega ha tratado de adueñarse de todo medio de comunicación que le sea posible para dar una cara de una realidad en Nicaragua que no existe. Se sabía que periodistas independientes estaban siendo víctimas de acoso y amenazas, para ellos, sus familias, sus medios y compañeros de trabajo”, dijo.

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En cuanto a la intrusión en el local del medio del periodista Carlos Fernando Chamorro, ocurrido recientemente, mencionó que no es primera vez que allanan sus oficinas.

En tanto, Caldera señaló que en el caso de Chamorro hay doble confiscación, pues no solo les retuvieron las computadoras que usan para hacer su trabajo en los medios de comunicación, y otros equipos, sino que también se les confiscó el inmueble.

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Por su parte, Pedro Joaquín Chamorro, columnista de un diario nicaragüense, opinó que se están rebasando límites, lo cual no se había hecho desde los años 80, llegando a hacer confiscaciones, que están prohibidas por la Constitución del país.

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Además, calificó lo que ocurre como persecuciones brutales e injustas, e indicó que ya Carlos Chamorro puso un recurso de amparo para poner a prueba la justicia orteguista y tiene esperanzas en que se resuelva conforme a derecho.

Mientras que Monseñor Carlos Avilés, mediador y testigo de la Comisión de Verificación y Seguridad del diálogo nacional de Nicaragua, señaló que la situación en su país es muy complicada y difícil.

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Consideró que aunque se dan protestas pacíficas, el gobierno está radicalizado con su postura violenta y represiva. La única salida que ve es la presión económica.

“Solo que los presionen económicamente ellos van a ceder a dialogar”, puntualizó.

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