Ocho años han pasado desde el triple desastre que sacudió Japón en 2011.
El 11 de marzo de ese año, un terremoto, un tsunami y un posterior accidente nuclear en Fukushima provocaron la muerte de al menos 18 mil 500 personas.
Funcionarios, familiares y amigos de las víctimas recordaron hoy la tragedia.
En Tokio se ofició un homenaje nacional, al que asistió el príncipe Akishino (hijo menor del emperador Akihito) y su esposa Kiko, ambos representantes de la pareja imperial.
A las 14:46 locales, hora en la que se produjo el sismo de magnitud 9, se llevó a cabo un sentido minuto de silencio.
Muchos japoneses se sumaron a esta conmemoración en diferentes lugares del país, en particular en la costa noreste, devastada por la catástrofe.
El sismo, y el eventual tsunami que alcanzó varias decenas de metros en algunos lugares, provocó la muerte directa de 18 mil 430 personas.
No obstante, solamente se encontraron 15 mil 897 cuerpos.
La conmemoración de este lunes estaba dedicada a las 3 mil 700 personas que fallecieron tiempo después de la tragedia, debido a las difíciles condiciones de evacuación y de vida vinculadas al desastre natural o al accidente nuclear.
Reconstrucción en marcha
El primer ministro Shinzo Abe y otros miembros del gobierno asistieron a la ceremonia, que se organiza anualmente desde 2012.
"Solo podemos sentir pena pensando en el sufrimiento de los que perdieron miembros de sus familias, parientes o amigos", declaró el primer ministro Abe.
Según el jefe de gobierno, la reconstrucción avanza, pero decenas de miles de personas siguen con condiciones de vida muy difíciles.
El gobierno quiere imperativamente que la región esté lista para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, y promete acelerar los trabajos.
Sin embargo, esta voluntad, que supone el regreso de las personas que tuvieron que abandonar sus hogares por la radiación de Fukushima, inquieta a los organismos de defensa de los derechos humanos que temen por la salud a largo plazo de los niños.
*Con información de AFP