El Gobierno de Nicaragua dio por concluido esta semana el diálogo con la oposición, acusándola de ausentarse las negociaciones para poner fin a la crisis.
En una carta enviada el martes a la Nunciatura, por el canciller Denis Moncada, jefe de la delegación oficial del diálogo, se informó que este "culminó con la ausencia definitiva de la otra parte".
La carta fue revelada por el nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, quien junto a la Organización de Estados Americanos (OEA) sirvió como testigo de las negociaciones.
La posición del gobierno también habría sido notificada a la OEA.
Sin embargo, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), interlocutora en la mesa de negociación, no recibió la notificación, afirmó el académico Carlos Tünnerman, uno de los líderes de ese colectivo.
Tünnerman, un exdiplomático, rechazó el argumento gubernamental para cerrar el diálogo.
"Quien ha puesto una loza a la mesa de negociación es el gobierno, porque nosotros dijimos que suspendíamos temporalmente nuestra asistencia como protesta" por la falta de cumplimiento de los acuerdos y la muerte de un manifestantes encarcelado, dijo el opositor.
Fallido diálogo
Desde abril del año pasado, Nicaragua ha realizado varios intentos de diálogo entre el gobierno y la oposición.
La última ronda de conversaciones está paralizada desde el 16 de mayo, cuando la ACJD decidió retirarse de la misma en protesta por el confuso asesinato de un opositor encarcelado.
El gobierno había anticipado el fin de las negociaciones durante el acto por el 40 aniversario de la Revolución Sandinista, el 19 de julio, cuando el presidente Daniel Ortega dijo que dialogaría con campesinos, obreros y gremios productivos, sin mencionar al bloque opositor.
Miembros de la ACJD acudieron este miércoles al Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), sede de las negociaciones en Managua, al vencerse un plazo dado por la oposición al gobierno para reanudar el diálogo.
La alianza dijo entonces que era necesario abordar con el gobierno "el cumplimiento total de los acuerdos aprobados", incluyendo la liberación total de presos políticos, la restauración de las libertades ciudadanas y las reformas electorales.
Tünnerman, consideró que el gobierno "se equivoca" si pretende desconocer su participación como interlocutor porque ese colectivo tiene reconocimiento nacional e internacional para llevar adelante las negociaciones.
*Con información de AFP