Camiones del Ejército se encuentran este martes en Ciudad Peronia, zona 8 de Villa Nueva, para apoyar en el traslado de familias damnificadas hacia un albergue.
Decenas de personas se encuentran en riesgo, tras registrarse deslizamientos de tierra que han destruido parcial o totalmente las viviendas en el área.
Se ven afectados los pobladores de “Regalito de Dios” y “Nueva Esperanza”, por lo que el Gobierno declaró estado de Calamidad Pública en estas colonias, aunque el mismo no ha sido ratificado por el Congreso.
En seguimiento a la situación de estas personas, las autoridades coordinaron su traslado a un albergue ubicado en el Complejo Deportivo Guatel, kilómetro 22 de la ruta al Pacífico.
Por lo menos seis familias se movilizarán este martes hacia ese punto, por lo que desde tempranas horas iniciaron a cargar con sus pertenencias los camiones. En el proceso los apoya personal de la Coordinadora Local para la Reducción de Desastres (Colred).
El objetivo es brindarles un espacio en donde puedan resguardarse y permanecer mientras se encuentran soluciones a mediano plazo, pues el Ejecutivo plantea la construcción de viviendas en el marco del estado de Calamidad.
Sin embargo, algunos de los habitantes de las referidas colonias se niegan a ser trasladados a albergues. Indican que permanecerán en el área, aunque sigan en riesgo, para que así las autoridades les den respuestas prontas.
Piden atención del Gobierno
Diferentes opiniones han expresado los pobladores de “Regalito de Dios” y “Nueva Esperanza”. Algunos han aceptado los procesos establecidos por las autoridades para resguardar sus vidas, pero otros se niegan a ello y no han querido irse al albergue.
Rolando Hernández, uno de los afectados, expresó: “Nosotros ya definitivamente no tenemos dónde vivir aquí y por eso tomamos la decisión de acudir al albergue. Primeramente Dios allá nos tomen más importancia”.
Señaló que él ha vivido por más de 20 años en el área. Actualmente su familia está integrada por su esposa y cuatro hijos.
Según indicó, en una reunión realizada anoche se les informó que solo podrían llevar colchonetas y ropa al albergue, lo cual le genera preocupación porque solo consiguió dos meses “de posada” en un lugar para guardar las cosas que pudo rescatar de su vivienda destruida.
Hernández señaló que en esa actividad se les habló a todos los de la colonia sobre el traslado, pero la mayoría no piensan irse si no les dan una casa.
Mirna Pérez, quien perdió su vivienda, dijo que aceptó ir al albergue junto con los otros seis integrantes de su familia.
“Vamos a hacer las cosas como son. No podemos oponernos, pues así como dicen las autoridades es mejor evitar la pérdida de vidas humanas”, señaló.
“Esperamos en Dios que el Gobierno nos dé una buena respuesta”, agregó la entrevistada.
En tanto, Mariela Sical, de la colonia Regalito de Dios, indicó que no se irá al albergue ya que no sabe cuánto tiempo estarán ahí.
“No (nos vamos) porque no sabemos cuánto tiempo vamos a estar allí. Hay niños y deben estudiar, también nuestros esposos trabajan y allá está más retirado”.
“Sabemos que estamos en peligro, pero seguimos aquí. No nos han dado un lugar a donde irnos”, agregó.
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