La pandemia de coronavirus (COVID-19) podría desatar una crisis sanitaria provocando problemas psicológicos. Nacionales Unidas publicó un informe en el que revela que habrá casos de miedo a enfermarse, duelo por la pérdida de un familiar contagiado y crisis por desempleo.
El esfuerzo a escala mundial para luchar contra el nuevo coronavirus esconde la propagación de problemas de salud mental.
"Después de décadas de negligencia y de falta de inversión", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
"La pandemia de COVID-19 afecta ahora a las familias y a las comunidades infligiéndoles más estrés", afirmó en un mensaje en vídeo para presentar el informe.
"Incluso cuando la pandemia esté controlada, el duelo, la ansiedad y la depresión continuarán afectando a las personas y a las comunidades", añadió.
Estrés por miedo a contagiarse
El informe destaca el estrés relacionado con el miedo a ser contaminado o que la enfermedad contamine a los familiares. También señala el impacto psicológico sobre las personas que perdieron o pueden perder sus fuentes de ingresos. Asimismo, las que fueron separadas de su familiares o sufrieron un largo confinamiento.
"Sabemos que la situación presente, el miedo y la incertidumbre, las turbulencias económicas, engendran o pueden engendrar sufrimiento psicológico", recordó Devora Kestel, directora de Salud Mental y Abusos de Sustancias Psicoactivas de la OMS en una rueda de prensa virtual.
El personal que trabaja en primera línea contra la pandemia, empezando por el personal sanitario, trabajó en condiciones "de inmenso estrés" y es especialmente vulnerable, indicó Kestel, citando el aumento de las tasas de suicidio del personal médico revelado por los medios.
Los niños obligados a quedarse en casa, así como las mujeres, son los más expuestos a la violencia doméstica.
Por su parte las personas mayores y las que tienen enfermedades crónicas susceptibles de fragilizarles frente al nuevo coronavirus sufren una gran ansiedad por el temor a contaminarse y a sufrir una forma grave de la enfermedad.
Además, las personas que ya son frágiles psicológicamente y que no pueden acceder a su tratamiento habitual, podrían ver deteriorarse su salud.
El informe cita entre otros un estudio en la región de Amhara, en Etiopía, que demuestra que el 33% de la población sufre "tres veces más" síntomas de depresión que antes de la pandemia.
Otros estudios indican que la prevalencia del estrés mental durante la crisis alcanza el 60% en Irán y el 45% en Estados Unidos.
La ONU pide además invertir masivamente. Antes de la pandemia los países dedicaban solo una media del 2% de sus gastos de salud a los enfermedades mentales.
*Con información de AFP.