En febrero se estrenará la película del asesino en serie más famoso de la historia guatemalteca. Se trata del relato de la vida de José María Miculax Bux.
Poco más de dos años duró el rodaje del material fílmico. Garistú Producciones estuvo a cargo de la realización de la película guatemalteca.
La fecha del estreno se fijó para el jueves 18 de febrero en 13 salas de Cinépolis, ubicadas en diferentes partes del territorio nacional.
El título con el cual se exhibirá la película en las carteleras es: “Miculax, el regreso del diablo”.
De acuerdo con los registros, este fue ejecutado por el Estado al haber comprobado su relación con más de 10 crímenes a mediados de la década de 1940.
Miculax Bux fue fusilado el 18 de julio de 1946. Tenía 21 años de edad cuando fue puesto de frente al paredón.
En la época se registró un incremento en crímenes en contra de niños y adolescentes.
Debido a la presión social, el presidente Juan José Arévalo Bermejo ordenó que el responsable de los hechos fuera capturado y juzgado de manera inmediata.
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Los crímenes de Miculax
En el sitio web “Criminalia, enciclopedia del crimen” se encuentra una ficha del asesino en serie, y se detalla que sus víctimas fueron:
- Enrique Sactic Cuyuch, de 14 años.
- Óscar Emilio López, de 12 años.
- César Augusto Bolfovich, de 13 años.
- Sin identificar, aproximadamente de 11 años.
- Francisco Juárez Ajvix, de 11 años.
- Gumersindo Flores, de 14 años.
- Jesús Reyes, de 13 años.
- Cecilio Uyú Pirir, de 13 años.
- Sin identificar, de aproximadamente 15 años.
- Sin identificar, aproximadamente de 13 años.
- Sin identificar, se le calcularon 15 años.
- Nicolás Antonio Gómez Reyes, de 18 años.
- Juan Lorenzo Iboy, de 13 años.
- Guillermo Rolando Castillo, de 10 años.
- Sin identificar, de unos 12 años.
Los cadáveres de las víctimas fueron localizados entre enero y abril de 1946.
Cuando Miculax Bux fue capturado, confesó haber cometido varios de los asesinatos.
Se determinó que era originario de Patzicía, en Chimaltenango, y que sufría de una enfermedad mental.
El último deseo del recluso fue usar un traje de sastre, corbata y sombrero para caminar hacia el paredón de fusilamiento, además de dos octavos de alcohol.
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