Los avances para reducir las brechas para el desarrollo de las mujeres podrían estar en riesgo debido a las implicaciones de la pandemia del Covid-19.
Diversos estudios y los datos van demostrando cómo la emergencia de salud tuvo implicaciones en su vida y autonomía.
Casos de violencia aumentaron
Una investigación de la ONU reveló que hubo un aumento en la percepción de violencia durante el confinamiento por la COVID-19.
“El tipo de violencia que más se reportó fue la psicológica (gritos, regaños, insultos o desprecios), la cual afectó a una de cada cuatro mujeres encuestadas”, detalla el informe que aborda los retos para su empoderamiento económico.
El sondeo reflejó que a un grupo de mujeres se les limitó el dinero, se les restringieron las llamadas y la comunicación con sus familiares.
“Muchas mujeres fueron víctimas de violencia en sus diferentes manifestaciones y hubo un aumento de delitos, pero vemos un Ministerio Público que fue incapaz de perseguir (a los responsables) y de garantizar un acceso a la justicia”, indicó la diputada Andrea Villagrán.
Las organizaciones de mujeres señalaron que la fiscalía direccionara a las mujeres a presentar denuncias vía electrónica durante la pandemia, cuando no había garantía de acceso a esos medios.
Mayor carga laboral y explotación
Gloria era empleada doméstica, pero durante la pandemia sus empleadores la despidieron y tuvo que abandonar de inmediato la vivienda. Sin tener a donde ir y sin recibir un último pago, recibió apoyo de diversas organizaciones para poder resguardarse esa noche.
Dorotea Gómez Grijalva, de la defensoría de la Mujer de la Procuraduría de los Derechos Humanos, detalló que ese caso refleja a lo que se enfrentaron muchas mujeres en el país. “Muchas que trabajaban en casas particulares se quedaron sin empleo“.
Otro ejemplo fueron las mujeres afectadas por el cierre de maquilas y en las que no cerraron, se vieron sometidas a más horas de trabajo. “Por la misma necesidad que tenían de tener ingresos para el sustento de sus familias, se vieron obligadas a esas prácticas de explotación“, afirmó Gómez Grijalva.
La diputada Villagrán también observó con preocupación que los programas sociales no estuvieron enfocados en apoyar a este sector. “Las condiciones de pobreza se agudizaron aún más para las mujeres”.
Más difícil acceso a la salud
La pandemia también afectó a mujeres que viven con VIH durante el confinamiento. Aunque se hizo entrega de medicamentos, esto conllevó a que se vieran expuestas al estigma y la discriminación.
La organización Aids Health Foundation en Guatemala (AHF) indicó también que muchas mujeres no tuvieron acceso a una atención oportuna en su salud sexual y reproductiva.
Además, según un informe de la ONU muchas mujeres se enfrentaron a una sobrecarga mental por el trabajo doméstico, sumado al teletrabajo, el cuidado de los niños en casa y las restricciones a la movilidad.