Si de hablar de lugares mágicos e impresionantes se trata, seguramente el Cráter Azul está en esa lista.
Situado en el municipio de Sayaxche, en el departamento de Petén, este santuario se ha convertido en uno de los lugares más majestuosos y únicos que posee el país.
Rodeados de aguas cristalinas de color azul marino o turquesa, el Cráter Azul es una de las joyas que posee Guatemala.
El recorrido
Durante aproximadamente 90 minutos, se navega por el Río la Pasión y el arroyo San Teodoro. A lo largo del recorrido se puede disfrutar de las maravillas de la naturaleza.
En nuestro recorrido de la mano del Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) y la agencia de viajes Tikal Adventures se pudieron observar una gran variedad de aves; además de manadas de monos aulladores, que se distrajeron por un momento con el ruido del motor de la lancha.
Sumergidos ya en la selva petenera, empieza una aventura visual. Al llegar al punto, una maravilla resalta a la vista. Un paisaje con colores que parecen salidos de las mejores playas del caribe.
Las mejores vistas
Bajo un cielo despejado, los visitantes pueden sumergirse en las aguas cristalinas. Además de disfrutar de un tranquilo baño rodeados de una impresionante naturaleza. El jardín subacuático se convierte en un gran deleite.
Los más aventureros podrán realizar buceo o esnórquel. Además de sumergirse para disfrutar de una mejor manera las maravillas que ofrece este santuario. Todo el ambiente está rodeado por una enorme jungla, la cual permite disfrutar de una comida de una manera diferente.
El estado de conservación del lugar es uno de los atractivos más grandes para los visitantes.
El nombre de este lugar proviene de la forma que tiene de cráter y el intenso color azul de su agua. El Cráter Azul tiene una profundidad entre cinco y siete metros aproximadamente, y tiene una extensión por la que puedes nadar.