En Guatemala, el concepto de náhual es una creencia ancestral que sigue vigente en muchas comunidades indígenas. Según la cosmovisión maya, cada persona nace con un náhual, un espíritu protector que influye en su destino, su personalidad y su conexión con la naturaleza.
El náhual está determinado por el calendario sagrado Cholq’ij, que cuenta con 20 energías o signos, cada uno asociado a ciertos rasgos y habilidades. Dependiendo del día de nacimiento, una persona puede tener un náhual relacionado con un animal, un elemento natural o una fuerza espiritual. Por ejemplo, hay quienes tienen como náhual al jaguar, símbolo de liderazgo y valentía, mientras que otros pueden estar ligados al viento, representando la comunicación y la sabiduría.
Más allá de la protección, el náhual también implica una responsabilidad. Los mayas creen que al conocerlo y honrarlo, una persona puede vivir en armonía con su destino y con el universo. Por eso, en algunas comunidades aún se realizan ceremonias para conectar con el náhual y recibir su guía.
Hoy en día, muchas personas en Guatemala buscan descubrir su náhual a través de sacerdotes mayas o cálculos en línea basados en el Cholq’ij. Ya sea por curiosidad o por creencia, este vínculo con la tradición maya sigue siendo parte de la identidad cultural del país.