El año pasado, los legisladores aprobaron subir el sueldo que perciben mensualmente para igualarlo al de un magistrado de Corte de Apelaciones. Esto ha generado distintas reacciones.
Los 48 Cantones de Totonicapán se sumaron a las cientos de voces que rechazan el aumento del salario que se aprobaron los diputados el año pasado.
En un comunicado de prensa expusieron que se “oponen completamente” a esta decisión que consideran “inoportuna e injusta”.
“Observamos con profunda preocupación la decisión de los diputados del Congreso de la República de Guatemala sobre el aumento de sus sueldos, mismo que en este momento se encuentra en un rango de Q29,150 y aumentaría a Q46,700. Consideramos esta decisión inoportuna e injusta, especialmente en el contexto económico y social que enfrenta el país actualmente”, se enfatizó.
Además, pidieron “vetar por completo este aumento salarial, de lo contrario tomaremos ciertas medidas”.
Las razones por las que rechazan el aumento salarial de los congresistas:
1. Desproporción: El aumento salarial que los diputados han aprobado para sí mismos resulta desproporcionado en comparación con los ingresos de la mayoría de los ciudadanos que a diario luchan para llevar el sustento a sus hogares.
2. Prioridades: El monto económico que los diputados pretenden aumentar a sus salarios, debería destinarse a diversas áreas que son realmente prioridad en el país como la salud, educación, infraestructura y el apoyo a los grupos más vulnerables de la población; y no para llenar más el bolsillo de funcionarios públicos que lo que menos hacen es velar por el bienestar de los guatemaltecos.
3. Ética: Es una situación muy cuestionable que los propios diputados, junto a otras instancias, decidan su propio sueldo y remuneración económica recibida, generando un claro conflicto de interés, cuando debería de ser el pueblo quien decida el salario justo que todo funcionario público reciba. El aumento salarial que proponen los diputados, y ya dan por hecho, no solo es algo que atenta directamente contra el pueblo de Guatemala, si no que pone claramente en duda la ética y honorabilidad de los diputados.
4. Transparencia: Es imperativo que decisiones y procesos como el aumento salarial de los diputados sean transparentes y abiertos al escrutinio público, garantizando que los ciudadanos conozcan qué uso se les da a sus impuestos y sean partícipes de la toma de decisiones, signo inequívoco de democracia.