En los últimos años, el término “kidult” ha tomado fuerza para describir a los adultos que siguen disfrutando de productos y actividades tradicionalmente asociadas con la infancia. Desde coleccionar figuras de acción y jugar videojuegos hasta ver series animadas y comprar juguetes de edición especial, los kidults han dejado claro que crecer no significa dejar atrás la diversión.
Las grandes marcas han sabido aprovechar esta tendencia. Empresas como LEGO, Funko y Hasbro han lanzado líneas de productos diseñadas específicamente para este público, con ediciones premium y coleccionables que apelan tanto a la nostalgia como al poder adquisitivo de los adultos. De hecho, estudios han demostrado que los kidults representan una gran parte del mercado de juguetes, superando incluso a los niños en algunas categorías.
Pero, ¿qué motiva a un adulto a seguir disfrutando de estos productos? La respuesta puede estar en el estrés del mundo moderno. La vida adulta está llena de responsabilidades y presiones, por lo que los juguetes, las series animadas y los videojuegos funcionan como una vía de escape. Además, la nostalgia juega un papel clave: revivir momentos felices de la infancia se ha convertido en un consuelo en tiempos difíciles.
Lejos de ser una moda pasajera, el fenómeno kidult parece estar en crecimiento. Con más marcas enfocándose en este segmento y una sociedad que poco a poco normaliza el disfrute de estas aficiones, todo indica que los adultos seguirán jugando, coleccionando y divirtiéndose sin importar su edad.