El cigarro no solo daña tus pulmones, también afecta tu corazón, tu piel, tu aliento y hasta tu billetera. Cada día que decides no fumar, tu cuerpo comienza a repararse. En 24 horas, baja la presión arterial; en 2 semanas, mejora la circulación; en un año, el riesgo de enfermedad cardíaca se reduce a la mitad.
Además, dejar de fumar no solo es bueno para ti: los que te rodean también respiran mejor. El humo de segunda mano es especialmente peligroso para niños y personas mayores. Así que al dejar el cigarro, estás protegiendo a los que amas.
Y sí, también es un alivio para tu bolsillo. ¿Te has puesto a pensar cuánto gastas en cigarrillos al mes? Ese dinero puede usarse en algo que realmente disfrutes o necesites.
Dejar de fumar es difícil, pero no imposible. Cada paso cuenta. Busca apoyo, haz un plan, y date la oportunidad de vivir mejor. Tu futuro sin humo comienza hoy.