En una decisión que marca un nuevo distanciamiento de los organismos internacionales, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, anunció este miércoles que el país hebreo abandona el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU). Esta decisión sigue los pasos de Estados Unidos, que un día antes había oficializado su retiro del organismo.
A través de su cuenta en la red social X, Saar expresó el respaldo de Israel a la medida tomada por la administración de Donald Trump. “Israel celebra la decisión del presidente Trump de no participar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Israel se une a EE.UU. y no participará en el CDHNU”, afirmó el canciller israelí.
Saar justificó la salida del organismo con duras críticas a su funcionamiento, acusándolo de brindar protección a gobiernos que violan los derechos humanos y de mantener una postura hostil hacia Israel. “El CDHNU ha protegido tradicionalmente a los violadores de los derechos humanos, permitiéndoles esconderse del escrutinio y, en cambio, demoniza obsesivamente a la única democracia de Oriente Medio: Israel”, declaró el ministro.
El canciller añadió que el consejo, en lugar de enfocarse en la promoción y defensa de los derechos humanos a nivel global, ha dirigido sus esfuerzos a atacar sistemáticamente a Israel, promoviendo un discurso antisemita y restando legitimidad a sus políticas.
No es la primera vez que Israel muestra su descontento con el CDHNU. En varias ocasiones, ha acusado al organismo de mantener un sesgo en su contra y de aprobar resoluciones desproporcionadas en comparación con otros países señalados por violaciones a los derechos humanos. La decisión de Washington de abandonar el organismo refuerza la posición de Israel y evidencia la creciente polarización dentro de las Naciones Unidas en torno a la cuestión israelí-palestina.
La salida de Israel del CDHNU ha generado reacciones mixtas en la comunidad internacional. Mientras que aliados tradicionales como Estados Unidos respaldan la medida, diversas organizaciones de derechos humanos han criticado la decisión, argumentando que debilita los mecanismos de supervisión y rendición de cuentas en la región.
Por su parte, la ONU aún no ha emitido una respuesta oficial sobre la salida de Israel del consejo, pero expertos en política internacional advierten que este movimiento podría generar un impacto significativo en el futuro de las relaciones diplomáticas del país hebreo con otras naciones y organismos multilaterales.