Mark Coleman, miembro del Salón de la Fama del Ultimate Fighting Championship (UFC) desde el 2008; y primer campeón de peso pesado en 1997 de la mayor empresa de artes marciales mixtas en el mundo, salvó a sus padres cuando un fuerte incendio devoró todo su hogar, pero en el intento, estuvo al borde de la muerte por la gran cantidad de humo inhalado.
El luchador retirado de 59 años debió ser trasladado en estado crítico este miércoles 13 de marzo desde el lugar de los hechos hasta el hospital Fremont, en el estado de Ohio, para ser intubado y sedado de inmediatez debido al grave peligro que corría su vida.
Padres fuera de peligro y él más estable
La leyenda deportiva, ganador del título de la NCAA en Ohio State en 1988 y competidor en representación de lo Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, ya fue despojado del respirador artificial y gracias a su rápida evolución, en menos de 48 horas puede respirar por cuenta propia.
“Juro por Dios que soy muy afortunado. Soy el hombre más feliz del mundo. Juro por Dios que tengo mucha suerte. No puedo creer que mis padres estén vivos. Tenía que tomar una decisión. Salí de mi habitación, fui hacia la puerta y la situación era ya horrible y no podía respirar. Tuve que salir, volví a entrar y los rescaté. No puedo creerlo. Lo conseguí pero no pude encontrar a Hammer”, explicó Coleman entre lágrimas en un reciente video.
Morgan Coleman, una de las hijas del inventor del ground-and pound, una técnica de inmovilización del rival, explicó en sus redes sociales que su padre entró varias veces en la casa en llamas y pudo sacar a su madre y a su padre, sin embargo, lamentablemente no pudo rescatar a su perro, Hammer.
Por medio de gofundme.com, hasta la tarde de este jueves 14 de marzo, ya se han recaudando más de 70.000 dólares destinados al largo tratamiento médico que tendrá Mark Coleman.