Esas sanciones, adoptadas por Washington por el papel de Moscú en la crisis ucraniana, son "intentos inútiles de presionar a Rusia", explicó Sergei Lavrov mediante un comunicado, publicado tras una conversación telefónica con el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson.
Esas sanciones son "intentos vanos de presionar a Rusia", consideró Lavrov, que confirmó la anulación de una reunión prevista esta semana en San Petersburgo entre Tom Shannon, un alto responsable del departamento de Estado, y el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, anunciada el miércoles por la noche por Washington.
Estados Unidos y sus aliados europeos acusan a Rusia de apoyar a los rebeldes separatistas del este de Ucrania, un país que padece desde 2014 un conflicto armado entre separatistas prorrusos y las fuerzas de Kiev, que ha dejado más de 10 mil muertos.
El martes, Serguei Lavrov ya había denunciado la "obsesión rusófoba" de Estados Unidos, afirmando que las sanciones se habían decretado "sin ningún fundamento".
Foto: AFP
Por su parte, Riabkov había asegurado el miércoles que la medida de Washington "no quedará sin una reacción, incluyendo medidas de retorsión" por parte de Rusia.
Las nuevas sanciones, reforzadas poco después del encuentro de Donald Trump y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, afectan a 38 personas y entidades en Ucrania, así como a dos responsables gubernamentales rusos y una docena de personas y organizaciones que operan en Crimea.
Para el departamento de Estado, se trata ante todo de "mantener" el nivel de presión ya existente sobre Rusia.
Las sanciones "complicarán" las relaciones entre Moscú y Washington, lamentó el 15 de junio Vladimir Putin, después de que estas fueran adoptadas por el Senado estadounidense.