El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó este martes que dos hackers chinos han sido imputados por supuestamente robar información sobre proyectos de vacuna contra el COVID-19 y violar la propiedad intelectual de compañías.
John Demers, asistente del fiscal general para la Seguridad Nacional, dijo en conferencia de prensa que los supuestos hackers, que presuntamente tienen su base en China, fuera del alcance de la policía estadounidense, en algunas ocasiones actuaron “para su propio beneficio personal“, y en otras para el Ministerio de Seguridad del Estado chino.
Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, de 33, también están acusados de ataques contra activistas de los derechos humanos de Estados Unidos y Hong Kong, agregó Demers.
“Amenaza” para Estados Unidos
Por su parte, el subdirector del FBI, David Bowdich, aseguró que “los delitos cibernéticos dirigidos por los servicios de inteligencia del gobierno chino no solo amenazan a Estados Unidos, sino también al resto de países que apoyan el juego limpio, las normas internacionales y el Estado de derecho“.
De su lado, el fiscal federal, William Hyslop, expresó que los piratas informáticos atacaron a empresas de todo el mundo.
“Los sistemas informáticos de muchas empresas, individuos y agencias en todo Estados Unidos y en todo el mundo han sido pirateados y comprometidos, y hay una gran cantidad de secretos comerciales, tecnologías, datos e información personal sensibles y valiosos que han sido robados“, denunció Hyslop.
El Departamento de Justicia explicó, a su vez, que los ataque tuvieron como objetivo “cientos de compañías, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y disidentes, clérigos y activistas democráticos y de los derechos humanos en Estados Unidos y en el extranjero, incluidos Hong Kong y China“.
Estos nuevos señalamientos estadounidenses ocurren mientras numerosos investigadores y laboratorios de todo el mundo libran una carrera contrarreloj para hallar una vacuna segura y eficaz contra el COVID-19.
*Con información de AFP