Cómo elegir la tarjeta de crédito adecuada

Una situación que suele convertirse en un dolor de cabeza, y no debería ser así, es decidir qué tarjeta de crédito nos conviene más.

Una situación que suele convertirse en un dolor de cabeza, y no debería ser así, es decidir qué tarjeta de crédito nos conviene más. Y es que muchas veces no sabemos si aceptar la que nos ofrece alguna institución, si hacerle caso a la publicidad que vemos, o irnos por la recomendación de algún familiar o amigo.

Seleccionar el plástico apropiado se vuelve un dilema, y la realidad es que no debería ser así. Si bien todas las tarjetas de crédito tienen las mismas funciones, cada una tiene características diferentes que las hacen adecuadas para cierto perfil de usuario.

Antes de decidir qué tarjeta de crédito solicitar, o aceptar, toma en cuenta los siguientes factores:

Publicidad

1. Tu forma de pago: Si pagas cada mes el 100% de las compras que realizas con tu plástico, la recomendación es que pongas atención en la cuota anual de la tarjeta. De lo contrario, el factor principal a tomar en cuenta es la tasa de interés.

2. Tus ingresos: Toma en cuenta tus ingresos al evaluar el tipo de tarjeta que puedes tener (clásica, oro, platino, etc.), y también para delimitar una línea de crédito adecuada a tus finanzas.

3. Tus gastos fijos: También es importante que tomes en cuenta tus deudas y/o compromisos financieros ya existentes, como pueden ser una hipoteca, un crédito automotriz, servicios, membresías, etc. Lo más común es que la entidad financiera te otorgue una línea de crédito en función de tus ingresos, situación financiera e incluso historial crediticio.

4. Tus consumos: Otro factor importante es el uso que le piensas dar a tu tarjeta de crédito. Si sólo la usarás para una emergencia, aprovechar alguna promoción a meses sin intereses, alguna preventa o descuentos especiales, la recomendación es que sea una con anualidad baja o que no la aplique. Por el contrario, si la vas a usar para pagar cotidianamente todas tus compras y consumos del mes, ten en cuenta la anualidad, las comisiones y los costos que podrían tener algunas operaciones, como domiciliación de pagos, traspaso de saldos, uso en el extranjero, consultas de saldo en cajeros automáticos y disposición de efectivo, entre otras.

5. Programas de recompensas: Si viajas con frecuencia, probablemente te conviene elegir una tarjeta que te otorgue millas de vuelo en cada compra que realices. También, existen programas de lealtad y recompensas que ofrecen las instituciones financieras, aunque suelen tener un costo financiero más elevado en términos de tasa y cuota anual. Algunas incluso te reembolsan un porcentaje de tus compras (cashback).

6. Tu historial crediticio: Si tienes un historial crediticio positivo, seguramente no tendrás problema al solicitar otra tarjeta o cualquier otro crédito que necesites. En todo caso, la restricción podría explicarse por otros conceptos, principalmente por tus ingresos y situación financiera. Si tienes un historial de pagos negativo, será más difícil obtener una tarjeta de crédito, sobre todo una sin cuota anual o con una tasa de interés baja.

7. Costo: El Costo Anual Total (CAT) es un indicador que engloba la tasa de interés, la anualidad y las comisiones que cobra a sus clientes un emisor por la tarjeta. Es un número expresado en porcentaje, en términos anuales, que sirve para comparar todas las tarjetas del mercado, siempre y cuando tengan las mismas bases de cálculo (tasa de interés, monto de deuda, plazo, moneda, etc).

8. Beneficios adicionales: Muchos emisores de tarjetas de crédito incluyen en sus tarjetas ventajas y beneficios adicionales que van más allá de las recompensas tradicionales. Entre los más comunes: protección para compras (por robo o daño), protección contra fraude, garantías extendidas, seguro de teléfono celular, seguro de alquiler de automóvil, seguro de viaje, descuentos en compras, etc.

LAS CLAVES

Publicidad

Consejos para el uso responsable de tu tarjeta de crédito:

• Usa tu tarjeta de crédito de manera moderada, responsable y en función de tus ingresos. Tener un plástico no es igual a tener un ingreso adicional, ya que es dinero que una institución te presta y debes pagar.

• Ten presente la fecha de corte y la fecha de pago. La primera es el día que el banco marca como el fin de un periodo de registro de tus consumos y abre otro. La segunda es el día límite para pagar tu crédito sin que te cobren intereses.

• Evita pagar sólo el mínimo. Lo ideal es pagar tu deuda completa o al menos el doble del pago mínimo requerido.

Publicidad

Ten cuidado con los meses sin intereses. Son una opción, sin duda atractiva, pero pueden salirse de control. Muchos pagos pequeños se convierten en un pago grande.

• Usa tu tarjeta preferentemente para adquirir bienes duraderos, no para pagar la despensa o como dinero adicional.

• Trata de no usar tu plástico para sacar efectivo de los cajeros automáticos, ya que es un financiamiento caro debido a la comisión y los interés generados.

Publicidad

DATO

¿Por qué no conviene pagar sólo el mínimo?

Cada vez que abonas el pago mínimo, ese dinero se distribuye entre impuestos, intereses, comisiones y capital adeudado. De dicha manera, lo último que pagas son tus consumos o deuda adquirida. Si sólo haces el pago mínimo de tu tarjeta, difícilmente lograrás avanzar en la liquidación de tu deuda, y el plazo de la misma se puede extender indefinidamente.

Lo Último